Estábamos en París para un fin de semana cortito y, como hacía un buen día de sol, pensamos que alquilar una bicicleta podría ser divertido y ayudarnos a ver más cosas por la ciudad en menos tiempo.
Al igual que otras capitales europeas, dispone de un servicio público de alquiler de bicis compartidas a unos precios muy económicos. El sistema se llama Vélib y en su página web podéis encontrar toda la información en francés e inglés (en español enlaza a un PDF que no carga a fecha de hoy). Lo más importante es que hay cientos de puntos de recogida y devolución de bicis por la ciudad.
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Nosotros elegimos la opción de alquilar la bici 1 día, aunque hay otras (hasta 7 días) y para los residentes hay varias tarjetas en función del uso que le vayas a dar. El precio fijo del alquiler por un día es 1,70€, pero también se paga en función del tiempo de alquiler. La primera media hora es gratuita, la siguiente media hora cuesta 1€, la segunda media hora 2€, la tercera media hora son 3€ y a partir de ese momento las medias horas cuestan 4€. Conclusión: si vas a utilizar durante varias horas las bicis, lo mejor es calcular el tiempo de uso ya que sale más barato si vas cambiando de bici cada hora.
Esto quiere decir que por 1 hora lo que se pagan son 2,70€, por 2 horas son 7,70€ y a partir de ahí el precio ya se dispara. Por ejemplo 4 horas costaría 23,70€. Por esa razón es más económico cambiar de bici cada hora para que el paseo salga más barato.
Muchos parisinos utilizan este sistema público de bicicletas diariamente en vez de tener su propia bici. Te cruzabas por toda la ciudad con gente joven en las bicis, pero también a otras de más edad con traje que las utilizaban para ir al trabajo.
Cómo alquilar una bici en París
El único requisito es que debes tener una tarjeta de crédito, ya que además del cargo del alquiler, se bloquean 150€ en la cuenta para el caso de que no la devuelvas o tenga algún problema.
Tienes que dirigirte a uno de los puntos de recogida que puedes ver en la web oficial: mapa estaciones alquiler de bicis Vélib en París. Hay muchísimos, así que no será un problema encontrarlos.
1. Elegir el tipo de alquiler
La primera recomendación es elegir el idioma español en la pantalla, aunque la traducción a español deja bastante que desear. Después seleccionas el tipo de alquiler que quieres hacer (número de días).
2. Seguir los pasos de pago con tarjeta de crédito
En ese momento te pedirá que sigas los pasos de la pantalla inferior donde se introduce la tarjeta. Deberás meter tu código secreto para realizar la validación.
3. Seleccionar la bici que cogerás
En el siguiente paso se indica los números de las bicis que están disponibles. Debes seleccionar un número escribiendo en el teclado. Importante: aunque no lo veas en la pantalla, sí que estás escribiendo, así que si quieres la 12, escribe 1 2 y pulsa la V verde de validar. En ese momento te dirá que todo está correcto y tienes 30 segundos para retirar la bicicleta.
4. Acércate a la bici y pulsa el botón para desanclarla
Deberás pulsar al botón del tótem donde está anclada para soltarla y la podrás retirar hacia atrás.
RECOMENDACIÓN IMPORTANTE: lo primero que debes hacer es comprobar el estado de las bicis antes de elegirla tuya. Fíjate que las ruedas estén hinchadas, el caballete o pata de cabra bien,… Si la bici tiene el sillín dado la vuelta significará que tiene algún defecto. No cojáis esas nunca y las otras revisadlas por si acaso.
Moverse en bici por París
Todavía no os he dicho que las bicis tienen 3 “velocidades” o cambios. En función del desnivel podrás elegir entre 3 platos distintos que os harán más fáciles las subidas. Aunque París es una ciudad bastante llana, en algunos puntos (por ejemplo subiendo al Panteón), se agradecen mucho.
Una de las ventajas que tiene París es que hay muchos carriles bici, incluyendo todo el centro y las calles importantes. En muchos casos están compartidos con el de autobús o taxi. En general, se respeta mucho a los ciclistas y los conductores suelen tener paciencia, adelantar con espacio e ir con cuidado. Además de por cultura, es porque hay muchísimas por las calles.
Otra de las cosas que llama la atención es que hay muchas calles de dirección prohibida que tienen una señal que indica que las bicicletas sí que pueden acceder. Sí, en dirección contraria. La verdad es que es algo peligroso, pero aquí están acostumbrados. Aun en calles estrechas que apenas pasa un coche, las bicis tiene derecho a ir en contra del sentido de la marcha. Atención: esto no es una norma general, hay ciertas calles que indican que no se puede pasar en bici, así que tenéis que estar atentos a la señalética.
En caso de que quieras hacer alguna parada y visitar algún museo o monumento parisino, puedes utilizar el candado y la cadena que tiene la bici. La cadena se ve bien, siempre enganchada en la cesta delantera, pero es un poco más difícil ver dónde se engancha. Tenéis que fijaros que en el lado derecho del cuadro (donde se ancla la bici a la base) hay una llave. Hay que quitarla y ahí se engancha la cadena y se cierra.
Encontrareis siempre muchas bicis en las calles (al igual que motos) y es que es una muy buena forma de visitar París de una forma rápida, cómoda y barata.
Cómo devolver la bici al punto de retorno
Podéis dejar la bicicleta en cualquier punto de Vélib. Lo único es que si la dejáis en uno diferente al de recogida, se os aplicará un pequeño cargo extra.
Solo tenéis que enganchar bien la bici a la base o tótem. Si no está en buena posición pitará de seguido y se encenderá la luz roja. En caso de que sea correcto, tras esperar unos segundos, sonarán dos pitidos y se encenderá la luz verde. Eso quiere decir que el proceso se ha llevado a cabo correctamente.
Ventajas de alquilar una bici en París
- Te puedes mover mucho más rápido que caminando.
- Más barato que otros medios de transporte como el metro o el bus.
- Puedes llegar a casi cualquier punto de la ciudad, incluso en dirección contraria.
- Hay muchos puntos para dejar y recoger la bici por toda la ciudad.
- Haces deporte :)