Ya os había contado cómo fue mi tour en el bus turístico nocturno en Las Vegas y hoy toca contaros como fue la ruta de día.
El bus turístico de Big Bus Tours tiene dos pisos y arriba está descubierto. De hecho en Nevada llueve muy pocos días al año. A mi me encanta ir en el piso superior atrás del todo porque es donde mejor se hacen las fotos y puedes enfocar hacia delante y los lados, pero también hacia atrás.
Por $39 durante un día recorre dos rutas (norte y sur) las Vegas con guía y 20 paradas en las que bajar y subir con una frecuencia de media hora.
El precio del billete es $39 (28,60€) y se puede comprar combinado con el tour de la noche. Durante ese día te puedes subir y bajar en el autobús tantas veces como quieras en las paradas que tiene estipuladas. De hecho en realidad hay 2 rutas diferentes: una por el Strip (la zona sur nueva de Las Vegas, la nueva) y otra por Fremont (la zona norte donde están los primeros casinos). Ambas rutas confluyen en el Hotel Circus Circus y puedes elegir la ruta que quieras y cambiar de una a otra. La frecuencia de los autobuses es de 30 minutos.
Hay 11 paradas en la ruta sur y 9 más en la norte. Yo comencé la ruta en el Bally’s Hotel & Casino dirección sur. Como guía tenía a Felipe, un neoyorquino que podía hablar casi cualquier idioma del mundo. Al principio me lo tomé a broma, pero en el autobús además de mi iban franceses, italianos e iraníes y hasta sabía hablar un poco de farsi. Era muy gracioso e hizo el viaje muy divertido contando muchas cosas de Las Vegas (que ya me sonaban algunas de la ruta nocturna) y otras nuevas.
Hacer las fotos de día era bastante más fácil que por la noche. Además la luz de la mañana suele ser muy buena para que las fotos queden mejor.
No dirigimos hacia el sur pasando por el New York New York, el Excalibur, Luxor, Mandalay Bay y el lujoso Four Seasons hasta la señal de bienvenida a Las Vegas. Hay un pequeño aparcamiento para coches y autobuses y estaba lleno, por lo que no pudimos para a hacer la típica foto con el cartel. Es una espinita que tengo clavada.
Seguimos ya con dirección norte pasando junto a la enorme tienda de Souvenirs del Gran Cañón, la famosa tienda de M&M’s, el Hotel Planet Hollywood, y el Hotel Tropicana. Llegamos de nuevo al cruce de Las Vegas Strip Boulevard con Tropicana Avenue que es el lugar del mundo con una mayor concentración de habitaciones de hotel con, ni más ni menos, que 15.600 en las cuatro esquinas. Ahí se encuentra precisamente el hotel más grande de la ciudad, el MGM Grand Las Vegas, con 6.800 habitaciones. Los edificios son espectaculares. Sin duda uno de los que más me gusta es el New York New York.
Aquí fue donde me bajé porque iba a ir a comer en el Hash Go Go del Hotel The Quad. Como todavía era pronto, volví a pasear a las tiendas The Forum Shops at Caesars que son espectaculares.
Ya comienzan a sorprenderte a la puerta porque hay una réplica de la Fontana di Trevi de Roma. Dentro, la ambientación romana es espectacular con columnas de mármol y la primera escalera automática de caracol. Si no existe, en Las Vegas se inventa. El dinero no es un problema. Así que decidieron que era una buena idea inventar este tipo de escaleras para unir los diferentes pisos.
Las tiendas que hay son de lujo y marcas exclusivas, por lo que hacer compras allí es difícil para los bolsillos de la mayoría de los mortales, pero bueno, mientras mirar sea gratis siempre se puede disfrutar de un paseo y de las réplicas romanas.
La comida me decepcionó un poco ya que había visto en su web que el BBBLT, un súper sandwich, tenía una pinta espectacular pero luego no estaba tan bueno (podéis ver el artículo en el enlace anterior).
Cogí de nuevo el autobús hasta el Hotel Circus Circus donde hice un intercambio de bus y me subí en el que hacía la otra ruta hacia Fremont. Tenía ganas de volver porque la visita por la noche de la calle principal (Fremont Street Experience) me había impresionado muchísimo. La ruta del bus turístico diurno es un poco más larga y pasa por cerca del antiguo ayuntamiento además de por la famosa Pawn Shop, la tienda de empeños del programa de televisión “El precio de la historia”.
La ruta por el Strip de día tiene mucho encanto por lo impresionante de los edificios, pero Fremont con la luz natural pierde todo su lujo y espectacularidad. De día es una calle con poca vida y apagada que me decepcionó mucho y me dejó una sensación extraña. Los edificios antiguos sin luces no tienen el glamour que tanto me había sorprendido dos noches antes.
Mi siguiente parada fue Las Vegas Premium Outlet North, un complejo de tiendas outlet de marcas de lujo. Es un buen sitio para conseguir ropa de primera calidad de final de temporada o temporadas anteriores a precios muy inferiores al original. Hay otro complejo igual que este al sur del Strip.
Los precios la verdad es que son buenos (hasta 70% de descuento) y la gente iba cargada con muchas bolsas con sus compras. Lo que sí me di cuenta es que los cortes de la ropa y los patrones son diferentes que en Europa. Las mangas son más cortas en el tallaje y si no la ropa queda muy ancha, por lo menos para hombre. Ya me había costado encontrar camisetas la otra vez que estuve en Estados Unidos.
Así que con las manos vacías me volví al autobús y, como ya había pagado por la ruta del día completo, decidí dar otra vuelta más por el Strip hacia el sur con el atardecer llegando ya a la ciudad que nunca duerme. Era el último autobús turístico del día y no había nadie, así que tuve la guía para mi solo todo el tiempo sentados en el piso superior adelante. Fue un viaje muy divertido e informal contándome donde se comía buena carne, como el Smith & Wollensky Steak House o el propio restaurante del casino del Hotel Super 8 (en el que yo me alojé) y que se llama Ellis Island Casino & Brewery, donde comí una pizza espectacular que os contaré otro día, o buen sushi en el Todai Sushi & Seefood Buffet que está precisamente en la fachada que queda original del Hotel The Aladdin, actualmente renombrado a Hotel Planet Hollywood.
La verdad es que después de llevar ya una semana en Las Vegas y haberlo recorrido tantas veces, este último viaje fue un poco más diferente, más tranquilo y familiar, como si ya hubiese estado muchas veces visitando la ciudad.
El autobús turístico en Las Vegas no es barato, pero es una buena opción para moverte por toda la ciudad con frecuencias regulares, muchas paradas en los principales lugares turísticos y guías muy agradables que cuentan muchas historias interesantes. Creo que vale la pena invertir un día o medio día para moverte en el bus.
¡Mil gracias, amigos! Me lo he impreso y me lo pienso aprender de Pe a Pa.
¡Besos!