Hace unos meses disfrutamos en nuestro bautismo de surf y nos quedamos con ganas de probar esta nueva modalidad, el paddle surf. También recibe otros nombres Stand up paddle surfing o Standup Paddleboarding.
Es una alternativa al surf tradicional que se comenzó a practicar en Polinesia en 1960. No fue hasta el año 2000 cuando se hizo más popular y famosa a nivel mundial. El material que se necesita para practicar paddle surf es una tabla más amplia y estable, un remo y el «invento» (la cuerda que se ata al tobillo para estar sujetos a la tabla).
Con el equipo listo nos dirigimos a la orilla para recibir una pequeña clase teórica con Lucas, nuestro instructor. Lo primero fue conocer todo el material y, sobre todo, la posición correcta sobre la tabla. La forma de remar para entrar en el mar es la misma que en el surf, solo que hay que tener cuidado con el remo y ponerlo hacia adelante. Una vez pasadas las olas, el primer paso es ponernos de rodillas y comenzar a remar ya con el remo.
Es importante sentirnos cómodos en esta posición antes de intentar ponernos de pie. La verdad es que yo no estuve mucho tiempo así porque tenía ganas de ponerme de pie. El proceso fue un poco lento hasta estar vertical, pero más fácil de lo esperado. Mi tabla en este caso era de 210 litros frente a los 150 litros de otras, por lo que la flotabilidad y estabilidad era bastante buena. Aun así, como podéis ver en el vídeo, me caí unas cuantas veces al principio.
Después probé otra tabla más pequeña y ligera. Aunque era más complicado mantenerse de pie, la velocidad y maniobrabilidad eran mayores, por lo que el grado de diversión también aumentaba… igual que el de caerse.
Me llamó mucho la atención lo fácil que es moverse sobre el agua y lo lejos que puedes llegar de la costa en muy poco tiempo. Sin duda es un lujo ya que se puede observar la línea de la costa desde un punto que solo pueden aquellos que tienen un barco. Sobre todo si tenéis un día de mar en calma como nosotros, es una pasada sentarse en medio del mar y descansar tranquilamente mientras disfrutas de unas vistas espectaculares.
Es importante remarcar la importancia de la responsabilidad que hay que tener para practicar este deporte. Habitualmente se sale solo a palear, por lo que hay que tener en cuenta las mareas, el viento y las propias capacidades de cada uno para no alejarse en exceso de la costa y mantener controlada la situación.
Ha sido una mañana muy entretenida y os recomiendo si podéis practicar algún día paddle surf. Es un deporte bastante completo que no requiere de especial forma física y que se adapta al nivel de cada uno.
Quería agradecer a Lucas de Surf School Gijón y Paddle Surfing Club por sus consejos que me ayudaron mucho y consiguieron hacer que el primer día ya me mantuviera de pie y disfrutara tanto. Sin duda repetiré.