Hoy quiero compartir una experiencia que vivimos hace ya unos años, en 2012, antes de que empezásemos a publicar artículos en nuestro blog: el viaje desde Amsterdam hasta Dublin en un Spyker C8 Aileron para participar en la Bavaria City Racing Dublin que se celebró el 3 de junio de 2012.
Bavaria, una marca de cerveza holandesa (en España solo la hay en algunas zonas y es una pena porque está riquísima) que patrocina un evento anual de motor que ya se había celebrado en años anteriores en Rotterdam (10 ocasiones entre 2004 y 2015) y Moscú (4 ocasiones entre 2008 y 2011 ). Se reúnen muchos coches deportivos de diferentes categorías, carreras, drifting, de lujo, e incluso de Formula 1, para hacer un espectáculo por las calles de la ciudad en un pequeño circuito urbano.
Este es un buen vídeo resumen del evento:
A través de uno de los proyectos que dirijo, Motorclan (una red de 32 blogs de motor), me invitaron a participar en este viaje con Hans Van Rennes, vicepresidente de Spyker, una empresa holandesa que fabrica coches deportivos de lujo. De hecho pude ver su planta de fabricación donde tienen siempre en construcción unos 6 coches diferentes en un proceso que es íntegramente manual. En las naves hay webcams y los compradores (los coches se compran y montan por encargo) pueden seguir el proceso completo desde un ordenador o un teléfono móvil a través de Internet.
Tuve además el honor de ser una de las primeras personas en ver ya preparado un Spyker D8, el todoterreno de lujo de Spyker que todavía no ha salido a la venta pero ya se ha dejado ver en varios de los Salones del Automóvil más importantes del mundo.
Con Hans salimos desde Amsterdam y cruzamos Holanda y Francia hasta Calais para viajar en el tren por el túnel debajo del Canal de La Mancha hasta Gran Bretaña. Una de las características del C8 Aileron es que el cambio es manual, con una palanca de cambios»normal», nada de automatismos ni secuencial, lo que hace una conducción más divertida. Cruzamos a través de Inglaterra y Gales, un poco raro con un coche europeo pero conduciendo «por el otro lado», hasta Holyhead donde hicimos noche antes de coger un ferry para llegar a Dublin. Este es el vídeo resumen de la primera parte del viaje:
Y esta la segunda parte del viaje:
En Dublín se nos unió Vanina y nos alojamos con todos los VIP’s en el Hotel The Westin Dublin. Es uno de los mejores hoteles de la ciudad en el que además nos asignaron una pequeña suite con terraza y vistas al Trinity College (al que realizamos una visita guiada). Es de estas experiencias que son sin duda inolvidables.
Con la tarde libre, pudimos dar una vuelta por la ciudad y los parques y comer un sandwich y tomar una cerveza en el famoso Temple Bar. Esta cervecería se fundó en 1840 y tiene una carta con más de 150 sandwiches diferentes. Entre tantos es difícil decidirse. Además por las tardes y noches tienen música en directo. Visita obligada en Dublín.
En el centro de la ciudad se diseñó un circuito urbano con padock y boxes donde estaban todos los coches y pilotos que participarían en la exhibición. El más destacado era sin duda Jenson Button, el piloto de McLaren que conduciría el McLaren F1 MP4-26 del año anterior.
No he estado nunca en una carrera de Formula 1, aunque me gustaría (de hecho esperamos ir en en junio a las 24 horas de Le Mans), pero allí viví un poco lo que es un paddock con «pulseritas» de acceso, zona de buffet para los invitados,… Además teníamos una zona especial elevada para poder ver la exhibición a la salida y llegada de los coches. ¡Una pasada!
Como podéis ver en las siguientes fotos, participaron muchos tipos diferentes de coches: de drifting, de rally, clásicos, deportivos, de lujo,… Salían por grupos y yo di una vuelta en el Spyker C8 Aileron con Hans. Íbamos con varios Ferrari y Lamborghini, aunque el único que consiguió hacer un buen derrape en la curva de 180º fue mi amigo Hans.
Hice también muchísimos vídeos del viaje y de las exhibiciones, pero todavía no lo he montado. Es lo que tiene no ponerse con ello nada más terminar la experiencia. No obstante, y aquí lo dejo escrito, un día lo montaré y os lo compartiré.
La verdad es que fue una experiencia inolvidable y espectacular. Un lujo de lujo. No puedo más que dar las gracias a Bavaria y Spyker , en especial a Hans, Laurie, Ruud y Daniel por habernos invitado a la Bavaria City Racing Dublin. La conclusión es muy clara: yo quiero un Spyker C8 Aileron. Así que me voy a jugar a la lotería a ver si hay suerte.
Galería de fotos
A continuación os dejo más fotos de diferentes momentos del viaje y de la exhibición por las calles de Dublín:
Spyker C8 Aileron