Como ya sabéis los que nos leéis habitualmente, los aviones son una de mis pasiones y disfruto «como un enano» cuando estoy en un Aeropuerto. En nuestro último viaje a Oslo tuvimos unas horas de espera en el Aeropuerto de Bilbao (código IATA: BIO) desde el que volábamos. Lo primero que hay que destacar es que el aeropuerto tiene un muy buen servicio de conexión desde el centro de la ciudad, directo y por solo 1,45€. Un precio muy bajo comparado con lo que cuesta llegar a muchos aeropuertos españoles que están en las afueras de las ciudades.
La terminal no es muy grande a pesar de que tiene muchos vuelos, la mayor parte de ellos internacionales. Allí sí que saben fomentar el turismo con conexiones a Bruselas, Lisboa, París, Frankfurt, Muchich, Oslo, Estambul,… además de casi 10 destinos nacionales.
El diseño del aeropuerto es 100% Calatrava fácilmente reconocible. Al igual que otras muchas construcciones de este peculiar arquitecto, ha tenido muchos problemas. Calatrava no pensó que en Bilbao llueve de vez en cuando y también hace viento, por lo que dejó la parte de espera para los viajeros al aire, con los consiguientes problemas e inundaciones que conlleva. Después de unas reformas extra, ahora el aeropuerto ya está terminado.
Una de las cosas buenas del diseño es que la terminal va paralela a la pista, por lo que se pueden ver despegar y aterrizar los aviones. La torre de control está al otro lado de la pista. Está todo perfecto dispuesto para hacer fotos de los despegues de los aviones.
Y sin más dilación, aquí os comparto las fotos que pude hacer mientras esperaba mi vuelo de Norwegian para ir volar hasta el Aeropuerto de Oslo-Gardermoen.