La edición 2014 de la Vuelta Ciclista a España está siendo una de las más disputadas de los últimos años y con un mejor plantel de los que se recuerda. Si bien la edición 2013 se decidió en otro puerto asturiano, el Angliru, y por muy pocos segundos, la participación en la ronda española de primeras espadas como Alberto Contado, Chris Froome, Alejandro Valverde, «Purito» Rodríguez o Nairo Quintana (que tuvo que abandonar por caída) y la buena forma de todos ellos están haciendo que sea espectacular.
Las 3 etapas con final en Asturias están siendo decisivas para la clasificación general. Sin duda la durísima jornada de la Farrapona ha sido la más intensa y Contador ha podido asestar un importante golpe a sus rivales y afianzar más aun su mallot rojo. Nosotros quisimos ver de cerca la 15ª etapa que comenzaba en Oviedo y terminaba en los Lagos de Covadonga tras 152 kilómetros de ruta.
Nos desplazamos hasta los Picos de Europa para ascender en bici de montaña (BTT) los 14 kilómetros que tiene el puerto con un desnivel medio del 6,8% y rampas muy duras, como la famosa Huesera, donde la pendiente llega a tener el 15%. El puerto comienza a 173 metros sobre el nivel del mar y los Lagos se encuentran a 1.135 m.
Salvo el primer kilómetro, que tiene un 4,3% de desnivel medio, el resto del puerto es muy duro con medias de desnivel por kilómetro que van del 7,5% al 10,9% y puntuales del 13%, 14% y 15%. En la parte más alta hay dos zonas de descanso con pequeñas bajadas que te dan unos segundos en los que relajar las piernas para seguir subiendo.
En la subida se pasa junto a la Santina, donde está la Virgen de Covadonga, supuesto lugar donde la Virgen se apareció al Rey Pelayo y le dijo donde luchar contra los ejércitos árabes, y la Basílica de Covadonga. Es una sensación muy bonita comenzar la ascensión y ver como poco a poco va apareciendo este característico edificio de piedra caliza rojiza que se construyó entre los años 1877 y 1901.
Covadonga es un lugar habitual de peregrinaje y visita religiosa por el significado que tiene, no solo cristiano, si no histórico ya que en ese punto comenzó la Reconquista española por parte del pueblo astur y duró cientos de años hasta 1492. Hay un dicho muy asturiano que cuenta: «Asturias es España y el resto territorio reconquistado» haciendo referencia a que Asturias fue la única provincia a la que los árabes no pudieron llegar.
Los Lagos Enol y Ercina coronan la dura subida. Más dura aun porque pasamos por varias etapas climatológicas: sol y cielo despejado, lluvia y un buen chaparrón, y finalmente niebla. Aun así pudimos disfrutar de las impresionantes vistas de los miradores de los Canónigos y de la Reina. El verde asturiano es único y cuando estás tan alto es siempre espectacular ver los mares de nubes que se forman por debajo.
Una vez que llegamos hasta la meta, aunque no nos dejaron pasar por la línea de llegada, nos atechamos para evitar una buena mojadura. Una vez calmado el tiempo, reemprendimos nuestra marcha hasta 500 metros más arriba del Mirador de la Reina donde decidimos pararnos para esperar a los ciclistas profesionales.
La niebla apareció durante un buen rato y se fue poco antes de que llegaran las primeras unidades. Por nuestra zona pasaron todos los favoritos juntos. En las caras se podía ver notablemente el esfuerzo que estaban realizando después de llevar ya más de 145 kilómetros en las piernas.
Es impresionante a la velocidad que pasan a pesar de la dureza de las rampas. Bueno, eso los primeros, porque después iban casi de uno en uno o en parejas los siguientes 50 con las caras de sufrimiento y cansancio. Por último llegó el pelotón con el resto de corredores que subían bastante tranquilos hablando e incluso bromeando entre ellos. Eran los gregarios y esprinters que no se jugaban nada en la etapa y simplemente tenían que llegar a meta.
Como no podía ser de otra forma, los asturianos nos volcamos siempre con el ciclismo y a lo largo de toda la subida había decenas de miles de aficionados que habíamos subido en bici o caminando para disfrutar de una jornada de camaradería y apoyar a los corredores. De hecho en esta ocasión había casi más aficionados en bici que a pie.
Terminada la etapa, ya quedaba lo más fácil, bajar hasta el coche, siempre con cuidado porque había muchos ciclistas. De hecho algunos de los ciclistas profesionales que participaban en la Vuelta a España tenían los autobuses de los equipos abajo y descendían el puerto con nosotros. Samuel Sánchez fue uno de los que seguí un rato, aunque es complicado dado que van a mucha velocidad y tienen un gran control de la bicicleta.
Fue un día duro, el puerto más largo que he subido nunca, aunque siempre que es asfalto todo es más sencillo. El próximo reto es la Subida al Monte Areo (Gijón) en BTT el 20 de septiembre: 46 kilómetros de sendas y duras subidas.