Este ha sido sin duda el mes de las experiencias en Asturias. Si bien hace dos semana nos invitaron a un blogtrip gastronómico en Puerto de Vega, la semana pasada participé en The Cachopo Experience en Oviedo. El mundo del turismo es complejo y siempre hay empresas que están innovando, casi siempre orientadas a crear u organizar actividades que se conviertan en “experiencias” y que aporten algo más al turista o, como en este caso, incluso también a los lugareños.
Ebribadi es una empresa asturiana que ha comenzado en Oviedo a organizar este tipo de experiencias para que cuando alguien viene a Asturias, no simplemente “pase”, si no que comparta y participe en la cultura de la zona. De ahí nacen las variadas experiencias que organizan con el objetivo claro de mostrar nuestra tradición de una manera diferente.
El Cachopo
El cachopo es un plato muy típico en Asturias, pero no de ahora, si no de siempre. Es un plato sencillo pero que tiene un punto especial que se lo dan los productos autóctonos y de primera calidad que hay en Asturias. Pero, ¿qué es el cachopo asturiano? Pues ni más ni menos el cachopo son dos filetes de ternera asturiana con jamón y queso en medio, empanados y fritos.
Probablemente por el programa «Masterchef» o «Cocineros al volante» (de food trucks de TVE) donde participaron cocineros asturianos como Nacho Manzano o expertos gastrónomos como Roberto Aramburu, el cachopo se ha hecho muy conocido a nivel nacional. También su habitual gran tamaño llama mucho la atención a los turistas. Además es un plato muy económico.
The Cachopo Experience
Ebribadi invitó a un grupo de bloggers de gastronomía y viajes al tradicional mercado del Fontán en Oviedo para participar en la Cachopo Experience. Lo primero que hizo Laura, la organizadora, fue repartirnos en 4 equipos de 2 o 3 participantes cada uno. Recibimos nuestro mandil, nuestras tarjetas para los ingredientes y nos explicó que teníamos 20 minutos para intercambiar esas tarjetas por los productos reales en algunos de los puestos del mercado del Fontán.
Mi compañera fue Beatriz de Esparcer. Por innovar, aunque el resultado no fue quizá lo esperado, añadimos al jamón y al queso un poco de la cebolla caramelizada. Además cada grupo tenía una ventaja o desventaja según el sobre elegido; nuestro «comodín» fue tener 5 minutos extra para “comprar” más tranquilamente.
Tras conseguir dos filetes de Ternera Asturiana de primera, un buen jamón ibérico, queso Havarti y un tarro de cebolla caramelizada, volvimos a la mesa de trabajo donde nos pusimos manos a la obra. Primera nota: el jamón ibérico a veces puede dar un sabor demasiado intenso, puede ser mejor el serrano.
Aplastamos un poco los filetes para romper las fibras y que la carne quedase más jugosa, la salpimentamos, y fuimos añadiendo el relleno. Lo más complicado es bañar el cachopo por el huevo, darle las dos pasadas por el pan rallado, una antes y otra después del huevo, (también se puede hacer una por harina y una por pan rallado) y luego sellarlo bien a mano los bordes para que el relleno no se salga al freír.
Otros equipos utilizaron quesos más fuertes, de cabra e incluso La Peral. A mi personalmente me gusta mucho el queso fuerte, por lo que puedo asegurar que estaban muy ricos, pero es verdad que el queso más fuerte mata un poco el sabor de la carne. Lo mismo puede pasar con la cebolla caramelizada, que si no es en su justa medida, desvirtúa el sabor de este plato tradicional.
Del Mercado del Fontán nos dirigimos a la Plaza de Trascorrales, al Restaurante El Antiguo donde nos freirían los cachopos y haríamos la cata y degustación.
Así que nos pusieron los 4 cachopos (1 por equipo) en la mesa y tuvimos que hacer una cata a ciegas para valorar cuál era el mejor según su presentación, textura, sabor, crujiente, etc. Como comenté antes, para mi los más ricos eran los que tenían un queso más fuerte, pero estaban todos muy ricos. También quiero destacar que yo de crítico gastronómico tengo muy muy poco.
La igualdad fue máxima, ya que los votos totales sumaron 31 para el ganador, 30 para el segundo y tercero y 29 para el cuarto. El equipo ganador fue el de Miguel Llano (Yantar) y Saray Escobar (En las manos de Yaras) con un cachopo relleno de Queso La Peral, jamón serrano, setas y pimiento. No era mi favorito, pero estaba muy rico. Para mi el mejor era el de Carmen Ordiz (Gdegastronomía) y Patricia (De rosas y baobabs) que quedó empatado con el de Toni (La Huertina de Toni) y Nacho Gancedo y Laura (Guía del Cachopo). Sí amigos, las matemáticas no fallan, nosotros quedamos los últimos, pero por muy poco. No obstante tengo de decir que cuando sacaron la segunda ronda de cachopos (habíamos hecho 2 por equipo) el único que se terminó por completo fue el nuestro. ¡Quién sabe qué hubiese pasado si hubiésemos elegido el otro para la cata a ciegas!
Lo más importante de todo es que fue una experiencia muy divertida y, aunque éramos todos asturianos y conocemos muy bien el cachopo (por eso quedó tan rico), para los turistas que vienen a Asturias y quieren hacer algo más que comerlo, es una muy buena oportunidad para aprender, cocinar y divertirse. También fue una oportunidad para conocer a nuevos bloggers asturianos y desvirtualizar a otros.
Solo nos queda agradecer a Laura de Ebribadi por la invitación y le animamos para que siga creando más experiencias turísticas innovadoras en Asturias.
Y si no podéis pasaros por Asturias a disfrutar de esta actividad y degustar este plato típico, siempre tendréis la oportunidad comprar cachopos online y que os los envíen a casa desde Despensa de Asturias.
Me ha encantado la idea, qué rico!!
Lo que me gustó cuando estuve por ahí y ahora conozco a un bloguer que es capaz de prepararlo a las mil maravillas… ¿No? :P
Igual no es de premio, pero rico rico y con fundamento sí que es ;)
¡Qué ricos por favor! Con lo «cachopera» que yo soy. Genial la experiencia, me ha encantado.
La próxima vez que haga uno, Alfonso, he de probar con dos de pan en vez de harina y pan, a ver que pasa ;)
Un saludo
Carmen Ormaza