Habíamos visitado muchas veces Zaragoza, aunque siempre de pasada o por poco tiempo, así que las visitas se reducían a dar un paseo por el centro y ver la siempre espectacular Plaza de la Basílica del Pilar y los alrededores. En esta ocasión, tuvimos tiempo para explorar otras zonas de la ciudad y también un monumento que nos dejó muy sorprendidos y nos encantó: el Palacio de la Aljafería.
El precio de la entrada es de 5€ para adultos y 1€ para estudiantes, carnet joven y mayores de 65 años. Ofrecen visitas guiadas, aunque nosotros fuimos a última hora de la tarde y ya no había. Nuestra recomendación es, sin duda, que entréis a verlo porque vale la pena y os va a sorprender.
Nota informativa: las fotos de este artículo están hechas con móviles iPhone 6 y Samsung S5, así que puede que no tengan la calidad habitual.
Un poco de historia
Se trata de un palacio fortificado construido en el siglo XI que demuestra el momento de esplendor del reino taifa, los pequeños reinos en los que se dividió el Califato de Córdoba. Precisamente su arquitectura islámica choca mucho con el resto de arquitectura cristiana de la ciudad. De hecho la mayor sorpresa es ver una muralla defensiva tradicional, que recuerda a cualquier castillo medieval, pero que oculta un auténtico tesoro arquitectónico.
Tal es la importancia de los restos mudéjares que hay en su interior, que el Palacio de la Aljafería fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001.
Tras la Reconquista, diversos reyes cristianos españoles lo utilizaron como palacio. Esta fortificación fue el Palacio de los Reyes Católicos en 1492, año tan importante para España (finaliza la Reconquista y además Cristobal Colón descubre América).
Su impresionante interior
Lo que más impresiona al entrar es sin duda el patio con las fuentes, que recuerda a otros importantes edificios musulmanes en España como la Alhambra de Granada, pero también la amplia sala a modo de pórtico con columnas y arquerías polilobuladas (arcos formados a su vez de muchos arcos o lóbulos) que nos traslada momentáneamente a la Mezquita de Córdoba. No sabemos si querían reproducir las estancias de estos dos monumentos, pero nos dio esa sensación.
El primer espacio es conocido como el Patio de Santa Isabel, que recibe el nombre de Isabel de Aragón, es una zona ajardinada con fuentes.
El segundo espacio es la antesala del Salón Dorado y de la pequeña mezquita privada que tiene un mihrab orientado a la Meca para realizar las oraciones diarias.
La parte más antigua de la Aljafería es la conocida como Torre del Trovador, de planta cuadrada, la más alta del edificio y que servía de torre defensiva y de vigilancia.
Su diseño y arquitectura interior es único dada la época y las dos diferentes culturas que convivieron en la época. Estancias y corredores diáfanos con típicas columnas mudéjares contrastan con los trabajadísimos techos que se pueden encontrar en salas tan espectaculares como el Salón del Trono. Su artesonado es impresionante, siendo el salón oficial de recepción de los Reyes Católicos de España.
El presente
En su historia más reciente, la Aljafería se puede decir que «pasó por muchas manos». Fue sede del Tribunal de la Santa Inquisición, se utilizó también en esa época como prisión, las tropas francesas lo utilizaron como cuartel en la Guerra de la Sucesión, también fue acuartelamiento con Carlos III,…
No fue hasta el siglo XIX cuando se comenzó a restaurar debido al mal estado en el que se encontraba y la pérdida de gran parte del artesonado, frisos y demás arquitectura mudéjar extraordinaria que tenía.
Ya en 1984 se decidió que la Aljafería fuese la sede del Ayuntamiento de Zaragoza, pero finalmente (y actualmente) es la Sede de las Cortes de Aragón.
Visita obligada en Zaragoza
Aunque no sea tan famoso como otros monumentos de Zaragoza, el Palacio de la Aljafería es de visita obligada. Tras esa muralla defensiva que da imagen de típico castillo medieval, se encuentra una auténtica joya de estilo mudéjar que nos evoca a los grandes monumentos y edificios musulmanes del sur de España.
Galería de imágenes
Aquí compartimos más fotos que hicimos en nuestra visita: